Para empezar a
hablar sobre ella me vienen a la mente multitud de asuntos, es interesante como
se comporta nuestro cerebro, le damos un pequeño indicio y nos regresa toda una
retahíla de recuerdos, como cuando desmadejamos una bola de estambre.
No cuento con una
memoria buena, eso no es tan desafortunado, me permite disfrutar de ciertas
cosas, el leer por ejemplo, un libro abordado por segunda o tercera vez, me
asombra con detalles que no recordaba, por otra parte situaciones vergonzosas
se van al basurero, claro que no tan rápido como quisiera.
En
"Hannibal" de Thomas Harris, el protagonista utilizaba una técnica
interesante llamada: el palacio de la memoria. Cada que quería recordar algo,
se dirigía a un edificio construido en su mente, donde sus memorias estaban
clasificadas en una infinidad de habitaciones. Descubrí que esa técnica existe
de hecho y que puede ser usada por cualquiera de nosotros.
Pienso
intentarlo, para poder mejorar mis habilidades como estudiante, no se, ¿que tal
y algún día me comparo con Ernesto de la Peña?, era un hombre que solía consultar
sus referencias literarias a su mente, en mas de un idioma, sobre una multitud
de temas, nunca dejó de sorprenderme. Pero no lo envidio por el siguiente motivo:
el alguna vez dijo en su programa de radio que nunca fue capaz de escribir
sobre si hija, porqué su recuerdo le resultaba especialmente doloroso para
intentar siquiera plasmarlo. Tal vez debido a lo preciso de su memoria.
En cambio mírenme
a mí, aquí, escribiendo, acerca de mi hija.
No hay comentarios:
Publicar un comentario